Con la variación del clima y la llegada de temperaturas más altas, el comedor solidario que coordina Ana Borges comienza a adaptar sus propuestas gastronómicas para responder tanto a la demanda como a las posibilidades del servicio. Borges explicó que, aunque se proyectaba modificar el menú este fin de semana, el tradicional “porotito” seguirá presente por unos días más, debido a la preferencia de los usuarios.
De todas maneras, ya se planifica una transición hacia comidas más livianas, aunque siempre dentro del perfil de “comida de olla”, que es la base de la asistencia alimentaria del centro. “Durante el verano vamos a cambiar, pero manteniendo la comida casera. Vamos a dejar los porotos y preparar ensopados, polenta con estofado, puchero con boñato, papas y verduras”, detalló.
Borges destacó además el apoyo constante de la comunidad, que es fundamental para sostener el trabajo del comedor durante todo el año. En los últimos días, un nuevo colaborador se sumó a la iniciativa: un empresario de una agencia de viajes ubicada en la zona de Lecueder.
“El muchacho vino, conoció el funcionamiento y decidió empezar a colaborar todos los viernes. Para nosotros es una ayuda enorme, porque complementa lo que a veces nos falta”, celebró Borges.
El comedor no solo recibe a vecinos de Artigas, sino también a personas que están de paso por la ciudad, algunas provenientes de otros departamentos e incluso de otros países.
“Vienen algunos de los que nosotros llamamos ‘hippies’, y también han venido argentinos que estaban recorriendo la zona. Entre ellos se avisan de los lugares donde se puede conseguir café, ropa o algún abrigo”, relató.
Muchos de estos visitantes también solicitan artículos específicos que les permitan continuar viaje. “A veces piden mochilas, porque con el trajín se les rompen. Incluso uno nos pidió un carrito de compras para poder transportar las piedras con las que hace artesanías”, contó Borges.
El comedor logró conseguir otro carrito para él y se lo están reservando. “Nos dijo que ahora se iba, pero que probablemente en enero volviera”, agregó.
El trabajo diario de este comedor solidario continúa siendo un punto clave de apoyo para decenas de personas, tanto locales como de paso, que encuentran allí un plato caliente y una mano tendida.